Los talones secos son una alteración de la dermis, producida cuando la piel de los pies está reseca. Debido a esto suelen producirse grietas que pueden venir acompañadas de dolor y, en ocasiones, pueden incluso sangrar.
Síntomas
Puede presentarse de diversas maneras, algunos de los síntomas son:
-Descamación
-Picor
-Enrojecimiento
-Rugosidad y grietas, en los casos más extremos.
Te daremos unos tips para curar los talones agrietados en 4 pasos
- Poner los pies en remojo y exfoliarlos
El primer paso para curar los talones agrietados es poner los pies en remojo y exfoliarlos. La clave es sumergirlos en agua caliente durante 10 o 15 minutos. Puedes hacerlo con gotas de algún aceite esencial que te guste o con algún jabón o solución específica para pies.
Al poner los pies en remojo, la piel callosa se reblandece y facilita que la piedra pómez o la lima para pies la eliminen fácilmente y sin dolores. Estos utensilios son los más habituales, si bien también existen los rodillos de pies.
- Hidratación
Si solemos padecer de talones secos y agrietados, la hidratación es fundamental. Es por ello que tenemos que utilizar cada día una crema hidratante que contenga urea o ácido láctico. De esta forma no solo los hidratará, sino que también los exfoliará.
Las cremas deben aplicarse de forma uniforme en ambos pies por la noche y, para potenciar sus resultados, algunos especialistas aconsejan envolverlos con papel transparente o con calcetines.
- Calzado adecuado
Si sufres de sequedad en la piel de los pies o sueles tener los talones agrietados, puede ser el momento de valorar qué tipo de calzado llevas y si podría ser la causa de tus males.
Los zapatos ajustados que restringen el movimiento o los que tienen un contrafuerte rígido en el talón para reforzar esta parte y aumentar el apoyo suelen ser los que agravan más esta leve dolencia.
- Rutina de cuidados
El cuidado de los pies también debe convertirse en una rutina diaria si queremos evitar la sequedad de la piel o los talones agrietados.
Como en muchos casos, la mejor solución es la prevención. Hidratarlos diariamente y hacer una exfoliación a la semana es, según los expertos, la rutina ideal para evitar este tipo de situaciones.
