Hoy vamos a hablar de un tema muy importante. la hiperextensión cervical. Muchas personas pueden experimentar este problema en algún momento de sus vidas, por lo que es crucial comprender sus causas y saber qué hacer al respecto.
¿Qué es la hiperextensión cervical?
La hiperextensión cervical ocurre cuando el cuello se mueve más allá de su rango normal de movimiento, generalmente hacia atrás. Tambien conocido como el latigazo cervical , esguince de cuello o distensión de cuello, pero estos términos también incluyen otros tipos de lesiones del cuello. Es un daño en el cuello generado por un movimiento abrupto e intenso, ocasionado por una fuerza externa, provocando que el cuello se desplace de manera frontal y posterior en una trayectoria similar a la de un látigo.
Síntomas de la hiperextensión cervical. Los síntomas comunes de la hiperextensión cervical incluyen Dolor de cuello, rigidez, sensibilidad, dificultad para moverlo.
Dolores de cabeza y, en algunos casos, entumecimiento o debilidad en los brazos.
Fatiga, Mareos, y hasta Visión borrosa al caminar.
Es esencial reconocer estos síntomas para buscar el tratamiento adecuado y evitar complicaciones adicionales.
¿ A que se debe la hiperextensión cervical?
Puede ser causada por diversos factores, como.
Accidentes automovilísticos. Las colisiones traseras son la causa más frecuente de la lesión traumática del cuello por hiperflexión-hiperextensión.
Maltrato físico o agresión física. Esta lesión puede ocurrir si recibes un puñetazo o una sacudida. Es una de las lesiones que comúnmente se ven en el síndrome del bebé sacudido.
Deportes de contacto. A veces, los derribos del fútbol americano y otras colisiones relacionadas con el deporte pueden causar este tipo de lesión.
¿Qué hacer si tienes hiperextensión cervical?
Si tienes hiperextensión cervical, es importante tomar medidas adecuadas. Y por eso te vamos a dar los siguientes consejos.
Mantén una postura adecuada. Asegúrate de mantener una postura correcta en tu vida diaria, tanto al sentarte como al levantar objetos pesados. Una buena postura ayudará a aliviar la tensión en tu cuello y a prevenir futuras lesiones.
Descansa y evita movimientos bruscos. Es crucial permitir que tu cuello se recupere. Evita actividades que puedan empeorar los síntomas y evita movimientos bruscos que puedan agravar la lesión. Una vez que hayas descansado lo suficiente, puedes comenzar a realizar ejercicios de estiramiento suaves y ejercicios de movilidad para fortalecer los músculos del cuello y mejorar la flexibilidad.
El uso de un collarín. Este es muy importante para limitar el movimiento, puede ayudar a reducir el dolor poco después de la lesión y puede ayudarle a dormir por la noche. Sin embargo, las recomendaciones para el uso de un collarín varían. Algunos expertos sugieren que se limite su uso a no más de 72 horas, mientras que otros dicen que puede usarse hasta tres horas al día durante algunas semanas. Tu médico puede instruirte sobre cómo usar correctamente el collarín y por cuánto tiempo. Si el dolor persiste o empeora, es fundamental buscar atención médica. Un médico o fisioterapeuta especializado podrá evaluar tu situación y proporcionarte un tratamiento adecuado. Pueden recomendarte terapia física para ayudarte a aliviar el dolor y recuperarte por completo.
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